Descubrir Chile bajo el encanto de un antiguo tren de vapor es una experiencia completamente inolvidable que te permite adentrarte en un nostálgico viaje que te conduce por todos aquellos lugares a los que no se llega por carretera. Subirte a uno de estos trenes es viajar no sólo en el espacio sino también en el tiempo, adentrarte en un mundo de los vapores y locomotoras y disfrutar de rincones escondidos imperceptibles de cualquier otro modo, un camino melancólico hacia la más profundo de la cultura chilena.
El Ramal Talca-Constitución es conocido como el último ramal de Chile, ya que es el único recorrido no electrificado de trocha métrica que funciona en el país. El Tren y las estaciones fueron nombrados monumento histórico en 2007.
El Tren de la Araucanía es una locomotora a vapor de 1930 que realiza un circuito turístico de 5 horas entre las ciudades de Temuco y Victoria. Es parte del Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda, que se encuentra en la capital de la región.
La Góndola-Carril realiza un viaje turístico entre las ciudades de Los Andes y el poblado de Río Blanco, en la zona precordillerana de la Región de Valparaíso. La capacidad de la Góndola es de 25 pasajeros.
El viaje comienza recorriendo la antigua vía del Ferrocarril Trasandino, atravesando lomas y pequeños cordones en la zona del cajón del Aconcagua. Una vez alcanzada la altura, el paisaje se vuelve más impresionante ante los acantilados.
El Tren Expreso del Recuerdo a San Antonio posee vagones que van desde la década de 1920, los más antiguos, hasta modelos clásicos de 1950 y parte desde la Estación Central en Santiago y termina su recorrido en la ciudad costera de San Antonio.
Tren El Valdiviano de 1913 va entre la ciudad de Valdivia y el pueblo de Antilhue, bordeando el río Calle Calle. Además de la locomotora, el Tren Valdiviano consta de cuatro coches y un coche comedor con una capacidad de 380 pasajeros.
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