Permanece todo el año en el fondo del mar y cada 15 de agosto, la virgen sumergida sale a flote en una de las procesiones marineras más emocionantes y singulares de la costa. Es la romería marítima de la Virgen de la Palma, una tradición que reúne a miles de personas en la playa Rinconcillo de Algeciras, y que en 2014 ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.
La imagen se encuentra sumergida a unos 15 metros de profundidad en una cueva en las cercanías de la Bahía de Algeciras y allí permanece bajo el control de los buzos, que son los encargados del mantenimiento y la seguridad de la talla, limpiarla de algas y evitar que las corrientes la desplacen de su refugio. Y es que, aunque nunca ha faltado a la cita, hay ocasiones en las que Virgen no ha sido hallada hasta el mismo día de la procesión.
La romería suele comenzar al alba, cuando los barcos engalanados salen del puerto de Algeciras y se adentran en la Bahía para que los submarinistas del club de buceo El Estrecho rescaten la imagen. Una talla de 1,10 metros de altura, realizada por el escultor Nacho Falgueras en marmolina y que pesa unos 120 kilos, sustituyó en el año 2000 a la escultura original, desaparecida un año antes en las profundidades del océano. La comitiva sale del mar con ella a hombros y la lleva hasta la playa, donde llegan hacia la una y media de la tarde.
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