Hasta el 24 de junio Turín tiene una razón más para ser visitada. Una más a las muchas que ya ofrece la capital del Piamonte, entre las ciudades más bellas de Italia. La Sábana Santa o Santo Sudario se exhibe al público en la catedral de Juan Bautista y más de un millón de personas se han apresurado a reservar plaza para verla en directo.
El lienzo con el que supuestamente se amortajó el cuerpo de Cristo es una de las reliquias más veneradas de la cristiandad... pese a que numerosos estudios han demostrado científicamente que la tela tiene menos de mil años de antigüedad. Pero no importa, cientos de miles de fieles harán largas colas cada día de los dos meses en que se muestra al público y entre ellos estará el papa Francisco el 21 y 22 de junio, como en 2010 lo hizo Benedicto XVI o Juan Pablo II en 1998.
La ostensión de la Síndone (del griego "sindon", mortaja), como formalmente se llama a este exhibición, se ha abierto al público en contadas ocasiones. La última vez que se pudo ver fue en el año 2010, y solamente se exhibió durante dos semanas. A pesar de ello, hasta dos millones de peregrinos se desplazaron a Turín para apreciar la considerada mortaja sagrada.
Esta vez también se espera un aluvión de visitantes, y se ha habilitado un sitio web y un número de teléfono para solicitar fecha y hora, y así evitar aglomeraciones. Asimismo, 4.500 voluntarios se han movilizado para ayudar a los peregrinos.
El sudario mide 4,36 metros de largo por 1,13 de ancho, y tiene sobreimpresa la imagen de un hombre con marcas físicas como si hubiera sido golpeado, azotado y crucificado, también hay huellas de heridas en la cabeza, por lo que se considera que podría ser Jesucristo.
La tela de lino y de color sepia fue descubierta a mediados del siglo XIV en la iglesia de Nuestra Señora en Lirey, en Francia. La familia real de Saboya, que reinó en Italia hasta 1946, regaló la sábana al Vaticano en 1983.
Múltiples estudios científicos cuestionan la autenticidad de la mortaja. En 1988, los laboratorios de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, la Universidad de Oxford y la de Arizona llevaron a cabo, de forma separada, una prueba de datación de la sábana. Los tres equipos de investigación llegaron a la misma conclusión: que la Sábana Santa no sería tal, ya que dataría de la Edad Media, entre los años 1260 y 1390.
Una ciudad fascinante
Residencias saboyanas, museos cívicos y estatales, museos etnográficos, ecomuseos y fortalezas son parte de la amplia oferta cultural de Piamonte. Hay mucho por ver y recorrer en Piamonte, pero al menos hay que dar una pincelada sobre su capital, Turín, conocida por su pasado industrial, por su fábrica Fiat, su equipo de fútbol y la Sábana Santa.
Pero gracias a la voluntad de los turineses, la ciudad se ha modernizado convirtiéndose en uno de los mayores eventos gastronómicos, su maravillosa EatItaly —una antigua fábrica reconvertida en la mayor tienda gastronómica de Europa–. Cafés, locales de copas, arquitectura de vanguardia y pequeños rincones con encanto al más puro estilo piamontés completan la propuesta.
La herencia de los Saboya
En el centro de la ciudad, en Piazza Castello se puede visitar el Palazzo Reale y admirar sus lujosas estancias, testigos de la evolución del gusto de los Saboya. Majestuosa construcción del siglo XVII, residencia de los Duques de Saboya, de los Reyes de Italia hasta 1865, constituye el centro tanto desde el punto de vista urbanístico como histórico, arquitectónico y artístico de la ciudad. Remodelado varias veces, guarda las huellas de las intervenciones de los artistas más significativos que han trabajado en Turín durante tres siglos.
¿Una ciudad mágica?
A los turineses no les gusta mucho hablar de ello, pero todo indica que en la capital del Piamonte italiano, en la que vivió Nostradamus, se encuentran una serie de energías que la convierten en uno de los lugares con mayor concentración de magia por metro cuadrado.
Según la tradición esotérica, la bella ciudad sería uno de los tres vértices del triángulo de la magia blanca, junto a Praga y Lyon y también compondría con Londres y San Francisco otro temible triángulo, el de la magia negra.
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