La remodelación de este singular paraje afecta también a otras lagunas, valles, páramos, desfiladeros y cañadas del valle del Tajuña, de importante geología, flora y fauna. El Gobierno regional madrileño acaba de terminar las obras de recuperación de la Laguna de San Juan, uno de los ecosistemas acuáticos más importantes de la Comunidad de Madrid,
segurando el nivel adecuado de las aguas incluso en los meses estivales. Esta importante iniciativa ha puesto de manifiesto el gran valor natural de la propia laguna y de otros espacios de la zona, tales como la zona del Parque del Sureste conocida como El Pingarrón, la Laguna de San Galindo y de la Espadaña, la Cañada Real Galiana o el Barranco de Villacabras, entre otros.
La Laguna de San Juan, uno de los ecosistemas acuáticos más importantes del sureste de Madrid y una de las mayores reservas de aves de la Comunidad, ha sido objeto de una puesta a punto total llevada a cabo por el Gobierno regional. Este espacio natural tan característico de Chinchón, a 45 kilómetros de Madrid capital, es un Espacio Natural Protegido que presentaba una gran cantidad de deficiencias y un estado de abandono tal que impedía poder disfrutar del espectáculo de sus 40 hectáreas llenas de humedales, carrizos, eneas y cañaverales.
Un ecosistema tan exclusivo que alberga una avifauna singular en el que se han catalogado más de 77 especies de las cuales, la mitad, son aves como el zampullín chico, el porrón común, la polla de agua, el pato cuchara, la garza real, el petirrojo, la lavandera blanca o la focha común, entre otras. Presenta una forma triangular, un dique artificial que divide las dos zonas naturales de las que consta, y está rodeada por un conjunto de cerros y cortados de notable elevación.
Entre las obras realizadas, destaca la restauración del dique de gaviones que posee la laguna, la limpieza de la vegetación palustre de la zona próxima al observatorio de aves –con el objetivo de mejorar la calidad paisajística de la zona y vaciar de vegetación excesiva la zona del humedal-, y la reforma del camino de acceso a la laguna, subsanando todas las deficiencias que presentaba mediante la mejora del firme, el desbroce de vegetación, la compactación del camino y una mejor señalética.
Todas estas obras de restauración garantizan el mantenimiento del mismo nivel de la lámina de agua incluso en el periodo estival, evitando las posibles mermas que afecten a la biodiversidad de la zona.
La histórica ciudad de Chinchón, famosa a nivel internacional por su Plaza Mayor, su excelsa cocina tradicional, sus ajos finos y su anís, es también digna de visitar por su ecosistema variado y, en ocasiones, único en la Comunidad de Madrid. Aparte de la Laguna de San Juan, la vega del Tajuña guarda otros parajes naturales de gran singularidad y belleza.
El Pingarrón: se denomina así a la zona del parque del Sureste a su paso por Chinchón ciudad y por los lindes de su término municipal, pues por el oeste corresponden a los límites del propio Parque Regional. Cuenta con parajes de magnífica conservación y gran valor ecológico y arqueológico. De gran importancia por su fauna y flora, muchas de las especies representadas en este espacio están dentro del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid.
Laguna de San Galindo y de la Espadaña: situadas en los márgenes del Río Tajuña, formadas por láminas de agua y extensos carrizales. Poseen uno de los sotos arbóreos más importantes de este tramo del Tajuña. Cuenta además, con importantes poblaciones de aves migratorias y nidificantes.
Laguna de Casasola: situada en la margen izquierda del Tajuña, se accede desde un camino rural que lleva junto al histórico Castillo de Casasola. Se trata de un carrizal que rodea una pequeña cubierta de agua dulce, de carácter temporal. Permanecen secos durante los periodos estivales. La vegetación arbórea se reduce a algunos frutales, carrizos y juncos. Destaca un dormidero de estorninos y presencia de aves palustres y anátidas.
Cañada Real Galiana: forma el límite entre el Parque del Sureste y el término municipal de Chinchón, y discurre en alto entre las cuencas de los ríos Jarama y Tajuña. Protegida por la Ley de Vías Pecuarias, es la más importante pero no la única presente en el municipio, pues Chinchón tiene una tupida red de vías pecuarias que atraviesan su territorio. Cuenta con impresionantes paisajes de las dos vegas y de los cortados desde una de las zonas más altas del término.
Cerro de Valdezarza: espesa vegetación de quejigos y lugar de refugio de numerosa fauna. Se accede por varios caminos rurales, y aquí se encuentra el Conjunto de Fuentes y Lavaderos, construidos por la antigua Sociedad de Cosecheros, y rehabilitados actualmente, de donde se sacaba el agua para consumo y para lavar en otros tiempos. Todavía hoy los acuíferos de esta zona proporcionan abundante agua.
Barranco de Villacabras: formado por la acción del agua, marca un amplio surco por la que discurre, ocupado por una abundante vegetación. El agua y el tiempo han formado curiosas curvas a varias alturas en los cortados, que permanecen llenas. Es famoso su manantial medicinal y de fuerte sabor, que durante años se ha utilizado para curar molestias de estómago entre las gentes del lugar.
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