Los amantes de la historia, de las hazañas bélicas y de la tecnología están de enhorabuena. La localidad burgalesa de Belorado, situada entre Burgos y Logroño, tiene el plan ideal para estos meses de frío y de turismo de interior gracias a su Museo Internacional de Radio Comunicación Inocencio Bocanegra, una joya arquitectónica que guarda en su interior varios tesoros que todo viajero con curiosidades debe visitar.
El
primer reclamo es su parte interior, el antiguo silo de cereales de
Belorado, que posee en sus dos plantas restauradas –más de 1.000
m2-
la
exposición más importante de España de sistemas de
radiocomunicación con 450 piezas originales,
en pleno funcionamiento y de un valor histórico y tecnológico
indudable, cedidas por el industrial burgalés Inocencio Bocanegra.
Una muestra singular y novedosa en el panorama museístico nacional
que constituye
uno de los cinco museos más importantes del mundo
en el campo de las radiocomunicaciones.
Entre
los equipos expuestos destacan algunos como el BC-610
que aparece en el documental ‘Voice of Victory’, del año 1944,
la Radio Galena de la década de los años 20 del siglo pasado así
como otras piezas de coleccionismo tales como un traje completo de
cosmonauta soviético o visores
nocturnos utilizados durante la Guerra del Golfo.
Modelos de radio utilizados para la comunicación espacial,
científica, marítima, para espionaje, radioescucha, comercial, para
vigilancia, control aéreo… y así hasta conformar una colección
única.
El
recinto cuenta también con el propio valor arquitectónico del
primer
silo de cereales rehabilitado y reutilizado en España para un
espacio museístico.
El edificio conserva y muestra toda la maquinaria que se utilizó en
su día, creando un espacio diáfano en el que se pueden conocer los
diferentes depósitos de grano, que en este caso actúan como
escaparates de la exposición.
Otro
de los puntos a tener en cuenta del Museo Internacional de Radio
Comunicación Inocencio Bocanegra es la
recreación de la trinchera de la Primera Guerra Mundial más grande
de Europa con una extensión de 619 m2.
¿Y por qué esta representación? Porque este conflicto bélico
global significó el momento del salto cualitativo y cuantitativo en
la investigación y desarrollo de la radiocomunicación. Este espacio
constituye, a su vez, la reproducción de un espacio genérico de la
Primera Guerra Mundial más amplio a nivel europeo.
Realizada
con la colaboración del Ministerio de Defensa, en
la trinchera se pueden distinguir las dos primeras líneas de este
tipo de construcciones
–la de combate y la de abastecimiento- así como los sistemas de
comunicación. Entre los puntos representados, se puede observar un
puesto de ametralladora, bancos y escaleras, un punto de escucha, un
habitáculo de mando, la reconstrucción de una mina de zapador (no
visible), un hospital de campaña, habitaciones para los soldados,
cocinas, un
búnker subterráneo,
las letrinas y el arsenal.
Por
último, el
museo posee un M-60 Patton,
un carro de combate del ejército de guerra auténtico que, tras ser
restaurado y acondicionado su acceso, se convertirá en el
único tanque visitable de España.
Dado que este vehículo fue usado por los aliados durante el
conflicto socio-político de la caída del Muro de Berlín, la
dirección del museo está acondicionando una recreación de un tramo
fronterizo de la propia ciudad alemana en los albores de 1989. Para
recrear de forma fidedigna el llamado ‘Check Point Charlie’, el
recinto ha solicitado a las autoridades germanas un tramo original
del muro de Berlín para
exponerlo junto al carro de combate. Tecnología que ha movido a la
humanidad, batallas épicas, novedosos diseños arquitectónicos,
momentos históricos y un solo escenario, Belorado.
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