Un lugar para el reposo. Así se
presenta el Hotel Boutique El Lagar de Isilla ubicado en la localidad burgalesa
de La Vid, a muy pocos kilómetros de Aranda de Duero. Es todo un reclamo y una
oda para el mundo de la vendimia y el vino. Se trata de un cuatro estrellas
cuyas habitaciones no son para pasar de largo sino para sentirlas y el propio
establecimiento mantiene la arquitectura colonial y el encanto de sus orígenes
de `posada´ en el Camino Real utilizado por los peregrinos.
Sus 21 estancias, que nacen en
2013, son todo un homenaje al producto estrella de la Ribera del Duero, el
vino. Están completamente tematizadas y diseñadas con todo lujo de detalles:
cestos de vendimia, prensas, husillos, botellas de vino que dan forma a la
jabonera, colgadores o portarrollos, lavabos con forma de barrica...
La idea y el desarrollo del
proyecto surgen de alguien que conoce muy bien el escenario de La Ribera: el
propietario del Grupo El Lagar de Isilla, José Zapatero. Su planteamiento es claro:
“Quería que cada habitación fuese única y diferente al resto pero con un
denominador común, el vino. Los alojamientos se completan con imágenes del
campo castellano, de los edificios más representativos de Castilla y León
vinculados al vino y a sus orígenes y con la idea de hacer sentir a quien
duerma aquí una verdadera experiencia de descanso, paz y silencio”.
Tampoco se ha escatimado en la
originalidad de los nombres de las habitaciones que mantienen una relación
directa con el mundo de la enología y la historia: sus Suites Superior Duplex
llevan apelativos tales como La Viña, Elaboración y Crianza y Peñaranda. Quien
se hospede en sus Suites lo podrá hacer en Aranda, Lagar, La Luz, La Gruta. Y
quien lo realice en sus Junior Suites disfrutará de los encantos de Tinta del
país, Las Barricas, Parques Naturales y Las Cubas, todas ellas están equipadas
con camas king size y jacuzzi. El diseño continúa en el resto de los
alojamientos (Tempranillo, Romanos, Monasterio, El Cid, Bodega Histórica, El
Duero, Botellero Dormitorio, Clunia y Arte Románico) y en su apartamento -El
Albillo-. Además, el Grupo ha cuidado hasta el más mínimo detalle: sábanas de
algodón egipcio, colchones que facilitan un excelente descanso, televisión vía
satélite y lo último en amenities.
Para completar la oferta
turística de alojamiento y probar así la extensa y variada gastronomía de la
zona, al hotel se une el Restaurante La Casona de la Vid compuesto por dos
salones y dos terrazas, una exterior y otra interior, de 300 m2 cada una. Su
entorno queda enmarcado al cercano Monasterio de Santa María de La Vid, el
Puente Renacentista, el pueblo medieval de Peñaranda de Duero y, por supuesto,
las inmejorables vistas con la tranquilidad y el sosiego que aporta esta
comarca del vino.
Sin duda, se trata de realizar un viaje en el tiempo, a la
historia y tradición vinícola desde 65 euros por habitación y noche con
desayuno buffet incluido.
No hay comentarios :
Publicar un comentario