La pasión que la familia Arranz, en la campiña que rodea la localidad burgalesa de Mambrilla de Castrejón, en el corazón de la Ribera del Duero, siente por ella, por Viña Mambrilla, por sus vinos Alidis, por la herencia recibida del abuelo Primitivo, que ha trascendido a sus hijos y nietos, es admirable. Una herencia de esmero y dedicación, una herencia del pasado que mira hacia el futuro.
Tres generaciones, que durante un tiempo trabajaron de forma simultánea, cultivan 60 hectáreas de viñedos, distribuidas en pequeñas parcelas plantadas de la variedad tinta del país o tempranillo, al abrigo de las inclemencias del tiempo, bien soleadas y orientadas hacia el sur, para evitar heladas, que son cuidadas con mimo y dedicación desde las más jóvenes a las más vetustas que llegan hasta los cien años de antigüedad.
La bodega elabora siete tipos de vino, todos ellos tintos, de joven a gran reserva bajo el nombre de Alidis, con precios de venta que oscilan entre los 8 y los 60 euros por botella. No muchas bodegas pueden presumir de tener cuatro de sus vinos con más de 90 puntos Parker como ocurre con algunos Alidis de Viña Mambrilla, de diferentes añadas.
En sus quince años de vida, han conquistado numerosos premios, entre los que destacan la Gran Medalla de Oro en Iberwine 2012 del Alidis Expresión 2009, la medalla de Plata Bacchus 2013 del Alidis Reserva 2009, y la medalla de Oro del Alidis Reserva 2010 en el Concurso Mundial Bruselas 2014.
No hay comentarios :
Publicar un comentario