Cuando uno piensa en la provincia de Burgos se le vienen a la cabeza una sucesión de imágenes de espacios naturales, culturales y patrimoniales, entre otras. Pero, cuando se habla de la gastronomía burgalesa, son el estómago y el paladar los que recuerdan un amplio abanico de posibilidades culinarias. Platos elaborados con los productos y materias primas que se encuentran en un territorio que es todo un mosaico de paisajes ideales para el pasto del ganado, el cultivo de cereales, verduras y hortalizas.
Más de una veintena de productos con los que se elaboran recetas tradicionales y modernas y se presentan platos sencillos a la par que sorprendentes para el paladar de todo aquel que viaja hasta la provincia de Burgos, y es partícipe de su gastronomía de la que hace alarde mundialmente. Y que, en función de la estación en la que se visite la provincia, el viajero encontrará una gastronomía con platos muy variados.
Entre los productos y platos estrella de la provincia destacan los hongos, los potajes, purés, carnes de caza o de las matanzas, así como los guisos de legumbres como las alubias rojas de Ibeas de Juarros. Ahora bien, el cordero lechal es el producto estrella de la dieta burgalesa. Con menos de un mes de vida, estos animales, nacidos de oveja churra, castellana y ojalada son los protagonistas de un plato de referencia para la provincia de Burgos: el lechazo asado en horno de leña, amparado por la Indicación Geográfica
Las hortalizas burgalesas tienen fama merecida como las lechugas de Medina, las cebollas de Valles de Palenzuela, los ajos de Castrojeriz, las patatas parameras de La Lora, las del Valle de Losa y las de Tardajos.. En definitiva, la provincia de Burgos ofrece al viajero infinitas experiencias con las que agudizar los sentidos: naturaleza, cultura, folclore, historia y gastronomía, entre otras. Elementos que, por si solos, son los perfectos embajadores de una de las provincias más ricas de Castilla y León.
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