El aliciente de las vacaciones en Navarra va mucho más allá de las
actividades diurnas. Y es que cuando llega la noche y toca descansar, la
Comunidad Foral ofrece también un amplio surtido de alojamientos de todo
tipo que convierten el dormir en una experiencia inolvidable. Entre ellas
destacan algunas opciones que permiten pernoctar en una cabaña situada en
lo alto de un árbol, hospedarse en una cueva o pasar la noche en una torre
señorial.
Cabañas en la copa de un árbol
Como si de una película se tratase, muchos nos hemos imaginado cómo
sería dormir en ‘la casa del árbol’. En Navarra, el Hotel Jakue y Basoa
Suites han logrado hacer realidad este deseo pero enmarcado en un paisaje
de ensueño navarro.
El Hotel Jakue de Puente la Reina, ubicado en pleno Camino
de Santiago en su paso por Navarra, construyó la primera habitación en la
copa de un árbol, que ha bautizado con el nombre de Casa Maitenea, que
significa “lugar del cariño”. Se trata del primer alojamiento de este tipo
en España que logró que tuviese agua, electricidad y todo tipo de servicios
y comodidades, incluido un observatorio astronómico.
Basoa Suites, otra opción de cabaña en un árbol, está
situada en el robledal de Amati, en Ultzama, y está pensada para personas
que quieren relajarse, disfrutar de la tranquilidad del bosque de Amati y
tener un contacto íntegro con la naturaleza. De este modo, los clientes
tienen como ambiente de fondo el sonido de los pájaros y las ramas de los
árboles.
Dormir en el hogar de los hombres de Cromañón
Los hombres de Cromañón eran aquellos Homo sapiens que se caracterizaban
por vivir en cuevas de lo que hoy es Europa. La opción que propone
Navarra es precisamente volver a aquellos tiempos y alojarse en las cuevas turísticas de Valtierra. Dormir allí genera la
sensación de volver a los orígenes pero con todas las comodidades del siglo
XXI. Este complejo de apartamentos está situado en Valtierra, en la entrada
del Parque Natural de Bardenas Reales, y a tan sólo cinco
kilómetros del
El complejo dispone de ocho casas cueva con una capacidad total para 52
personas, en las cuales se podrá descubrir cómo vivían nuestros
antepasados, en un contacto permanente con la naturaleza y en unas
viviendas totalmente bioclimáticas. Tranquilas, cómodas, frescas en verano
y cálidas en invierno, constituyen un alojamiento muy atractivo y novedoso
durante todo el año
Alojarse en una casa solariega del siglo XVIII
Otra opción singular para alojarse en un establecimiento fuera de lo
común es dormir en una verdadera casa solariega del siglo XVIII. Esta
posibilidad la ofrece el Hotel Rural de Uriz, un pequeño hotel rural con encanto
erigido sobre una torre de 1785 que pertenecía a una familia noble de la
localidad. Este alojamiento se encuentra equipado y amueblado siguiendo las
últimas tendencias pero respetando el entorno y la fisonomía de la torre.
Uriz es un pueblo antiguo en el que la mayoría de las casas tiene sus
escudos de armas, y que guarda en su entramado urbano y en su patrimonio
arquitectónico de casas góticas y torres de defensa el encanto propio de
las aldeas medievales. En una de esas torres, declarada Bien de Interés
Cultural desde 1949, se halla el Hotel Rural de Uriz, a tan sólo 14
kilómetros de la colegiata de Roncesvalles, punto de inicio del Camino de
Santiago en Navarra, a las puertas del pirineo oriental navarro.
Por su ubicación y la facilidad con la que se accede al hotel gracias a
una carretera de reciente construcción, lo convierten en un destino
perfecto desde el cual visitar la selva de Irati, practicar birdwatching en las foces de Lumbier, Arbayún o desde el collado de Lindux.
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