Con la llegada del buen tiempo, y al anochecer más tarde, parece que las ganas de viajar aumentan entre los aventureros que van buscando destinos con un sinfín de posibilidades adaptadas a todos los públicos y bolsillos. Es el caso de la provincia de Burgos, un territorio mágico y casi inexplorado que ofrece un amplio abanico de propuestas en alguno de los más de 1.000 núcleos de población que la integran. Así que sólo hay que sacar la maleta del desván, quitarle el polvo y llenarla de ropa, cámara de fotos, el mapa, la guía de la provincia de Burgos y la crema solar.
Sedano y Las Loras, Arlanza, Las Merindades, el Desfiladero del Ebro, Bureba, Páramos y Campiñas, Demanda y la Ribera del Duero van dibujando experiencias singulares donde el viajero podrá encontrar, por ejemplo, un rico patrimonio mientras recorre el Camino de Santiago, la Sierra de Atapuerca o el Canal de Castilla. Podrá admirar grandes monumentos y cómo el paso de la historia ha ido forjando una vasta arquitectura en la que destacan lugares como Silos, Lerma o Covarrubias. O podrá sentirse uno más cuando participe de una de las miles de fiestas que se suceden como la reconquista en el Cronicón de Oña, o la Fiesta de los Jefes, que es una escenificación de la hazaña de los silentes contra el ataque de los árabes de Santo Domingo de Silos, todas de interés turístico.
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