Burgos, un destino prehistórico

Una de las cuevas de Burgos

Si hay algo que gusta de los rincones de España es su olor a pasado, a antiguo y a historia. Cuanto más tiempo tenga un lugar, más secretos se esconderán tras sus muros. Uno de los lugares de la Península que mejor encarna esa idea es sin duda la provincia de Burgos. Descubrir cómo vivían nuestros antepasados es una de las formas de adentrarse en todos sus territorios.

Las cuevas son un vivo ejemplo de los años prehistóricos. La de Palomera se encuentra en el complejo kárstico de Ojo Guareña y es uno de los conjuntos de cuevas más grandes del mundo. Otra es la de Prado Vargas; en ella se han descubierto restos de cazadores de hace 70.000 años y pinturas rupestres del Paleolítico Superior. También podemos encontrar la Ermita de San Tirso y San Bernabé, de la Edad Media.

Pero la provincia también ofrece pueblos como Miraveche - ubicado en la zona de Bureba - donde aparecieron unas tumbas datadas de 2.400 años y que pertenecen a los Autrigones, una tribu prerromana que vivió durante la Edad de Hierro. 

Además, ¿qué mejor que un apetecible paseo por la Ribera del Duero? Dejarse maravillar por Rauda Vaccea es seguramente uno de los mayores goces del lugar. Este parque arqueológico - de Roa del Duero - aglutina las distintas culturas que han poblado la zona desde hace 2.500 años. Un largo recorrido por el Paleolítico hasta llegar a la edad romana. 

Los dinosaurios, punto fuerte del turismo de la provincia

Para los más curiosos y afines a los animales, es imprescindible pisar la comarca de Sierra de la Demanda. Su riqueza paleontológica se explica en un Museo de los Dinosaurios (en la localidad de Salas de los Infantes) y reconstrucciones de megalitos, una casa celtibérica y un altar romano. También pueden verse restos de pequeños dinosaurios corredores. 

Estos animales se encuentran asimismo mediante huellas en yacimientos de Regumiel de la Sierra y en Hacinas; es aquí donde se localizan los fósiles arbóreos mejor conservados de la Península.

Burgos es mucho más que gastronomía; es un lugar para (re)descubrir.

Recreación de un dinosaurio