Kenia, mucho más de lo que habías imaginado

Kenia es el hogar de los safaris pero también hay una gran cantidad de aventuras esperando en sus montañas y lagos. Ofrece un sinfín de oportunidades al viajero activo e intrépido, con posibilidades de escalar, pesca en alta mar, safaris montados en camellos o caballos por nombrar sólo unos pocos.

 Además de ser el país natal del padre del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Kenia puede presumir de innumerables sorpresas y tesoros, como las cuevas de sal del Parque Nacional del Monte Elgon, los flamencos del lago Victoria, la arquitectura colonial de la ciudad portuaria de Kisumu.

Uno de los secretos mejor guardados de Kenia que es el último bosque ecuatorial en el país, el Bosque de Kakamega, que es hogar de una gran variedad de animales, aves y reptiles, incluyendo monos colobus blancos y negros, cercopiteco de cola roja, potos (grandes criaturas nocturnas parecidas al perezoso) galagidae, pangolín arborícola y leopardos.

Para los entusiastas del senderismo, Kenia les ofrece el segundo pico más alto de África en el Monte Kenya a las llanuras desérticas del norte. Con sus 5199 metros solamente es 696 metros más bajo que la montaña más alta de África, el Kilimanjaro, de 5895 m. Los amantes de la bicicleta poco tienen que envidiarles, con rutas de montaña como las de Hells Gate, Meru y Lewa.

                               

De dos ruedas a cuatro patas. También existe una comunidad ecuestre muy activa, y montar a caballo, es una manera espectacular de explorar los áreas silvestres, así como lo es montar a camello. Caminando a través del desierto del norte del país con una caravana de camellos, acampar en la naturaleza y dormir bajo las estrellas, es viajar a través de una África intacta desde que pasaron los primeros exploradores. 

Pero hay más, además del desierto. Las aguas del Océano Índico son el parque de juegos para los aventureros. Su costa es un lugar ideal para explorar en barco y las playas son ideales para todo tipo de deportes acuáticos.