Algunos de los paisajes más impresionantes de la provincia de León se encuentran escondidos en valles fuera de las rutas más convencionales. Lugares casi vírgenes que conservan las tradiciones y la arquitectura popular más auténticas, y sobre todo el respeto de sus habitantes hacia la naturaleza.
El Valle de Reyero, situado en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, antes conocido como Parque Regional de Picos de Europa, es uno de los escenarios más impresionantes de la geograf en este valleones de piedra y tejados de teja al Montaña de Riaño y Mampodre, antes conocido como Parque Regional de Picos de Eía leonesa.
Pequeño pueblos con construcciones de piedra y tejados de teja se asientan en este valle y en nuestro paseo nos encontraremos con pequeños arroyos de aguas cristalinas, atravesaremos frondosos robledales y disfrutaremos de las vistas desde el Puerto de Valdehigüende.
Paraíso para los cazadores y amantes de la naturaleza en general, una de las visitas obligadas son las hayas de “la humildad” y por supuesto hacer alguna de las múltiples rutas de senderismo que estas tierras nos ofrecen.
El Valle del Río Casares se encuentra en plena Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga y pasear por su riberas nos proporciona la posibilidad de descubrir una amplia variedad de vegetación. Encinas, robles y hayedos tiñen sus laderas de vivos colores.
Pequeños pueblos a la sombra de inmensas moles de roca que guardan entre sus muros el secreto ancestral de la curación de los embutidos más sabrosos.
Y como colofón a nuestra experiencia no hay nada mejor como perdernos entre las hayas centenarias del Faedo de La Boyariza y volver una vez más a nuestra infancia y recordar aquellos cuentos de hadas y bosques encantados que tanto nos hacían disfrutar.
Visitar el Valle del Río Curueño nos permitirá descubrir una parte de la gran diversidad que nos ofrece la provincia de León. Pasaremos de los paisajes típicos de ribera en la localidad de Santa Colomba de Curueño a las cimas más elevadas en el Puerto de Vegarada. Y únicamente separados por 33 kilómetros.
Entre medias podremos disfrutar de montes, saltos de agua, gargantas y bosques de todo tipo. Podremos disfrutar de la nieve en Riopinos, perteneciente a la Estación de Esquí de San Isidro, realizar rutas que nos mostraran los saltos de agua más espectaculares, y además de todo esto disfrutar con la historia. A lo largo del valle innumerables son los puentes romanos y medievales que nos permitirán salvar el río, podremos descubrir los rincones más espectaculares circulando por la calzada romana que en algunos tramos todavía se conserva, y sobre todo disfrutar de pequeños y encantadores pueblos que nos invitarán a volver.
El Valle de Valdeburón discurre entre Burón y el Puerto de Tarna y es el lugar ideal para disfrutar de extensos bosques de hayas, robles, fresnos, tejos y abedules. Además nos ofrece otras posibilidades como visitar diferentes cuevas, realizar distintas rutas de senderismo y disfrutar de una sabrosa gastronomía en cualquiera de los encantadores pueblos repartidos por el valle. Un viaje maravilloso que nos permitirá descubrir este desconocido valle del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre y al que sin duda alguna desearemos volver.
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