The Beatles se alojaron en el hotel en 1965, durante la única ocasión en la que tocaron en Barcelona, dando lugar a un buen número de anécdotas.
65 años dan para mucho. Y si no, que se lo pregunten a El Avenida Palace Hotel, cuyas paredes han custodiado secretos, tesoros y retazos de vidas anónimas o tan conocidas como las de Ernest Hemingway, Anthony Queen, Lizza MInnelli, Ava Gadner, Marlène Dietrich o The Beatles.
El 3 de julio de 1965, el cuarteto de Liverpool, aterrizaba en El Prat procedente de Madrid. Estaban fatigados y hablaron poco. Se les ubicó en las habitaciones 103, 105, 107 y 109, las cuales se comunicaban con la 111, ya que habían expresado su deseo de disponer de un espacio al que todos pudieran acceder para ensayar y pasar tiempo juntos.
Una vez aposentados, recibieron la inesperada visita de Joana Biarnés, fotoperiodista del diario Pueblo, que unas horas antes los había retratado sentados en las butacas de la cola del avión. Abrió la puerta Ringo Star que le preguntó con toco bastante simpático “You again?” (“¿Otra vez tú?”). Ella les pidió que le dejaran terminar su reportaje a cambio de no molestarles. A ella le debemos las fotografías en las que se les ve, relajados, sonrientes y cómodos, en el interior del hotel.
The Beatles tuvieron que salir por dos pequeñas puertas de la cocina que daban a la Rambla de Cataluña para poder esquivar a la multitud que se agolpaba frente a la puerta principal. Se cuenta que los pantalones de John Lennon acabaron tan arrugados que Joan Gaspart se los cambió por los suyos, que fueron los que finalmente lució el músico en la Monumental.
Dejando de lado a los personajes famosos, uno de los clientes habituales del hotel apareció una vez de improvisto y, como que el hotel estaba completo, se le derivó a otro establecimiento cercano. El cliente regresó al rato y se sentó en el lobby con un cartel en el que podía leerse: “¡Me han echado de mi casa!”. Tuvieron que hacerle hueco a la fuerza.
En otra ocasión se alojaron tres hombres estadounidenses que únicamente salían por la noche y siempre iban cargados de dinero. A los pocos días de haber abandonado el hotel fueron portada de varios periódicos nacionales: habían atracado un banco el National City Bank de Toronto.
En definitiva, en 65 años de historia El Avenida Palace Hotel ha vivido historias de todo tipo: desde tristes suicidios por amor hasta divertidos lapsus como cuando una pareja norteamericana pidió en recepción el horario de los trenes para ir a Mallorca o excentricidades como aquella ocasión en que una huésped inglesa se puso a tomar el sol en la cornisa de la habitación.
Así, desde los tiempos en que los hoteles eran para muchos segundas residencias, la ropa se lavaba a mano y los contables tenían una caligrafía exquisita, hasta hoy en día, El Avenida Palace continúa custodiando momentos imborrables sin perder su vocación de servicio y su trato personalizado.
HISTORIA DE UN HOTEL CON HISTORIA
El 1952 fue testigo del nacimiento de un gran hotel: El Avenida Palace. Este emblemático establecimiento se construyó en el lugar en el que estaba situado el mítico salón de té y restaurante Casa Llibre, obra del célebre Enric Sagnier. Su carácter elegante y señorial lo han convertido, a lo largo de los años, en el elegido por muchas celebridades que han visitado la ciudad: desde Ernest Hemingway, a Lizza Minnelli o The Beatles. Desde sus primeros días el hotel se integró en la estructura arquitectónica de la Gran Vía Barcelonesa, incorporándose a ella como un nuevo símbolo que perdura en el tiempo.
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