Pasear por los caminos y senderos de este profundo valle significa hacerlo entre árboles centenarios, acompañado únicamente por el suave murmullo del agua y el canto de los pájaros. Aguas que tienen su nacimiento en las cimas más altas del Morredero y que con el nombre de río Compludo y arroyo Miera surcan la tierra en busca de su hermano mayor el Boeza y juntos continuar su camino hacia el norte de la comarca.
El valle se nos presenta como un paraíso para los amantes de la naturaleza, pero en él descansan los recuerdos de su importante historia. Historia que se remonta a antes de la llegada del Imperio Romano, civilización que dejó muestra de su paso por estas tierras con los restos de diferentes explotaciones auríferas. Evolución que llego a su punto álgido con el nacimiento de la “Tebaida Berciana”.
Término acuñado por la literatura romántica del siglo XIX para designar a una subcomarca montañosa de El Bierzo, este valle además de bendecido por bellos paisajes, posee una espiritualidad, un componente esotérico o un poder energético que dotan a este lugar de una magia y una paz que fue el reclamo perfecto para que en el siglo VII se asentasen allí monjes anacoretas, fenómeno eremítico que sembró el Bierzo de monasterios.
Fructuoso decide tras dedicarse al estudio religioso retirarse a estas tierras para fundar el primer movimiento eremítico y monástico de la península ibérica. La congregación empezó a aumentar con la llegada de jóvenes, ancianos, jefes militares, soldados, esclavos y nobles por lo que se vio obligado a construir el que sería el primer monasterio español, dándole el nombre de Compludo en alusión a la Compleutica romana, en la actualidad Alcalá de Henares, lugar de donde procedían los santos mártires Justo y Pastor que daban nombre al cenobio.
Posteriormente fundó otros monasterios en la comarca berciana, en el valle del Oza levantó el conocido como de San Pedro de Montes y posteriormente otro en la zona de Oencia y que respondía al nombre de San Félix de Visonia. Además su labor se extendió fuera del Bierzo, levantando cenobios en Galicia, Andalucía y la vecina Portugal.
Espinoso de Compludo, Carracedo de Compludo, Palacios de Compludo y Compludo son los pueblos que tienen el privilegio de asentarse en este espectacular valle. Pequeños pueblos que descansan en el valle y en las laderas, y que su aislamiento secular ha permitido conservar algunas de las representaciones más importantes de la arquitectura popular berciana. Bellas casas construidas con piedra, techos de pizarra y balconadas de madera.
De obligada visita es Espinoso de Compludo, una de las joyas arquitectónicas al nivel de Peñalba de Santiago o Castrillo de los Polvazares. Es en la actualidad uno de los núcleos más activos del turismo rural. Junto a la arquitectura popular merece una visita la iglesia San Miguel y su retablo churrigeresco del Rosario. Descubrir las “miédolas” o médulas así como la red de canales, recuerdo de las explotaciones de oro que tanto abundaron por toda esta zona del noroeste español, el castro prerromano de la Corona de Murcia o las numerosas rutas senderistas y de observación de animales que desde aquí parten, son solo algunas de las opciones que se nos presentan.
Compludo conserva al igual que el resto de pueblos del valle una interesante y bien conservada arquitectura popular con casas de piedra y balcones corridos de madera. Es aquí donde se cree que estuvo asentado el Monasterio de Compludo, aunque los restos que de esta época se conservan son escasísimos. Carracedo de Compludo está rodeado de bosques por lo que es el lugar elegido por senderistas para admirar la naturaleza y hacer una excursión hasta la Cascada del Gualtón, la más alta del Bierzo. Para finalizar quedaría por visitar Palacios de Compludo, pequeño pueblo que nos invita a realizar distintas actividades como la Ruta del Valle del Oso, una ruta circular de 4 kilómetros con una dificultad media y por una senda completamente señalizada.
Pero sin duda alguna el monumento más importante que guarda el Valle de Compludo es la herrería. Declarada Monumento Nacional en 1968 sus orígenes no están muy claros. Se trata de una maravilla de la ingeniería hidráulica. Un gran martillo pilón o mazo es movido aprovechando la energía generada por el agua para moldear al hierro previamente calentado al fuego y que todavía hoy esta en funcionamiento. Todavía se encuentra en funcionamiento y para poder visitarla es necesario ponerse en contacto con los siguientes números de teléfono: 646 973 985 (Marta) / 630 137 138 (Pedro) / 661 250 756 (Juan Carlos) o mandar un correo electrónico a: vitanaturaetlegenda@gmail.com.
Término acuñado por la literatura romántica del siglo XIX para designar a una subcomarca montañosa de El Bierzo, este valle además de bendecido por bellos paisajes, posee una espiritualidad, un componente esotérico o un poder energético que dotan a este lugar de una magia y una paz que fue el reclamo perfecto para que en el siglo VII se asentasen allí monjes anacoretas, fenómeno eremítico que sembró el Bierzo de monasterios.
Fructuoso decide tras dedicarse al estudio religioso retirarse a estas tierras para fundar el primer movimiento eremítico y monástico de la península ibérica. La congregación empezó a aumentar con la llegada de jóvenes, ancianos, jefes militares, soldados, esclavos y nobles por lo que se vio obligado a construir el que sería el primer monasterio español, dándole el nombre de Compludo en alusión a la Compleutica romana, en la actualidad Alcalá de Henares, lugar de donde procedían los santos mártires Justo y Pastor que daban nombre al cenobio.
Posteriormente fundó otros monasterios en la comarca berciana, en el valle del Oza levantó el conocido como de San Pedro de Montes y posteriormente otro en la zona de Oencia y que respondía al nombre de San Félix de Visonia. Además su labor se extendió fuera del Bierzo, levantando cenobios en Galicia, Andalucía y la vecina Portugal.
Espinoso de Compludo, Carracedo de Compludo, Palacios de Compludo y Compludo son los pueblos que tienen el privilegio de asentarse en este espectacular valle. Pequeños pueblos que descansan en el valle y en las laderas, y que su aislamiento secular ha permitido conservar algunas de las representaciones más importantes de la arquitectura popular berciana. Bellas casas construidas con piedra, techos de pizarra y balconadas de madera.
De obligada visita es Espinoso de Compludo, una de las joyas arquitectónicas al nivel de Peñalba de Santiago o Castrillo de los Polvazares. Es en la actualidad uno de los núcleos más activos del turismo rural. Junto a la arquitectura popular merece una visita la iglesia San Miguel y su retablo churrigeresco del Rosario. Descubrir las “miédolas” o médulas así como la red de canales, recuerdo de las explotaciones de oro que tanto abundaron por toda esta zona del noroeste español, el castro prerromano de la Corona de Murcia o las numerosas rutas senderistas y de observación de animales que desde aquí parten, son solo algunas de las opciones que se nos presentan.
Compludo conserva al igual que el resto de pueblos del valle una interesante y bien conservada arquitectura popular con casas de piedra y balcones corridos de madera. Es aquí donde se cree que estuvo asentado el Monasterio de Compludo, aunque los restos que de esta época se conservan son escasísimos. Carracedo de Compludo está rodeado de bosques por lo que es el lugar elegido por senderistas para admirar la naturaleza y hacer una excursión hasta la Cascada del Gualtón, la más alta del Bierzo. Para finalizar quedaría por visitar Palacios de Compludo, pequeño pueblo que nos invita a realizar distintas actividades como la Ruta del Valle del Oso, una ruta circular de 4 kilómetros con una dificultad media y por una senda completamente señalizada.
Pero sin duda alguna el monumento más importante que guarda el Valle de Compludo es la herrería. Declarada Monumento Nacional en 1968 sus orígenes no están muy claros. Se trata de una maravilla de la ingeniería hidráulica. Un gran martillo pilón o mazo es movido aprovechando la energía generada por el agua para moldear al hierro previamente calentado al fuego y que todavía hoy esta en funcionamiento. Todavía se encuentra en funcionamiento y para poder visitarla es necesario ponerse en contacto con los siguientes números de teléfono: 646 973 985 (Marta) / 630 137 138 (Pedro) / 661 250 756 (Juan Carlos) o mandar un correo electrónico a: vitanaturaetlegenda@gmail.com.
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