La sabiduría, el tiempo y la “Madre Naturaleza” dan como resultado joyas enológicas como el Palo Cortado Añada 1987. Esta maravilla de Jerez se elabora a partir de cosechas selectas y reposa en la quietud de la bodega, impermeable al paso del tiempo, hasta que alcanza la finura y elegancia adecuada pasa ser embotelladas a mano, directamente de la bota, y en cantidades muy limitadas.
Antonio Flores, la "nariz" de González Byass, examina, cuidadosamente, la evolución de este vino de personalidad extraordinaria. Tras largos años de vejez, este sublime Palo Cortado presenta un color ámbar dorado con ribetes cobrizos, ligeramente anaranjados.
En nariz es intenso e impactante, con aromas de almendras y ebanistería fina. Potencia, amplitud y persistencia caracterizan el paso por boca de este vino de Jerez de añada que explota en el paladar para quedarse durante una eternidad.
En nariz es intenso e impactante, con aromas de almendras y ebanistería fina. Potencia, amplitud y persistencia caracterizan el paso por boca de este vino de Jerez de añada que explota en el paladar para quedarse durante una eternidad.
Desde su fundación en 1835, González Byass ha reservado una pequeña parte de cada cosecha para envejecer como Vino de Añada. Manuel María González, fundador de la bodega, inició esta tradición nacida de la curiosidad de su espíritu innovador. El resultado son unas obras maestras que muestran la calidad y singularidad de los vinos de Jerez.
Esta añada se presenta en un estuche verde y en botella jerezana, réplica de la que usaba la Casa a mediados del siglo XIX, con etiqueta clásica y tapón cilíndrico de la máxima calidad, sellada con lacre rojo. Junto al vino, en un manuscrito firmado, Mauricio González-Gordon, Presidente de González Byass, desvela los secretos de este Vino de Añada del que se elaboran 987 botellas.
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