Cuando uno piensa en la provincia de Burgos se le vienen a la cabeza una sucesión de imágenes de espacios naturales, culturales y patrimoniales, entre otras. Pero, cuando se habla de la gastronomía burgalesa, son el estómago y el paladar los que recuerdan un amplio abanico de posibilidades culinarias. Platos elaborados con los productos y materias primas que se encuentran en un territorio que es todo un mosaico de paisajes ideales para el pasto del ganado, el cultivo de cereales, verduras y hortalizas.
Más de una veintena de productos con los que se elaboran recetas tradicionales y modernas y se presentan platos sencillos a la par que sorprendentes para el paladar de todo aquel que viaja hasta la provincia de Burgos, y es partícipe de su gastronomía de la que hace alarde mundialmente. Y que, en función de la estación en la que se visite la provincia, el viajero encontrará una gastronomía con platos muy variados.
Las hortalizas burgalesas tienen fama merecida como las lechugas de Medina, las cebollas de Valles de Palenzuela, los ajos de Castrojeriz, las patatas parameras de La Lora, las del Valle de Losa y las de Tardajos.. En definitiva, la provincia de Burgos ofrece al viajero infinitas experiencias con las que agudizar los sentidos: naturaleza, cultura, folclore, historia y gastronomía, entre otras. Elementos que, por si solos, son los perfectos embajadores de una de las provincias más ricas de Castilla y León.
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